Black Chyna, la última víctima de filtraciones sexuales
En el año 1997, Internet todavía estaba en pañales. Era una red que compartían algunos millones de usuarios, sobre todo en Estados Unidos. Las velocidades de conexión eran irrisorias, hasta el punto de que cargar una página con alguna imagen podía costar varios minutos. Sin embargo, muchos entendieron que aquello era el futuro, un nuevo medio de comunicación que despegaría en cuanto la tecnología se pusiera a sus órdenes. Y así ha sido, finalmente. En aquellos tiempos, los módems iban conectados a la red telefónica, y no se podía navegar a demasiada velocidad. Sin embargo, los foros con imágenes digitales y vídeos ya online empezaban a tener cierta presencia. Y entre ellos, los dedicados al porno eran los que más destacaban. El motivo era obvio: el sexo siempre ha movido estas nuevas tecnologías, y muchos usuarios querían aprovechar las ventajas de Internet para disfrutar de un placer más íntimo.
Y es que Internet supuso una revolución absoluta para la industria del porno, a la hora de cambiar el formato en el que se grababa, la extensión de las escenas… A partir de los 2000 todo fue evolucionando, pero en aquel año 1997 ya tuvimos un primera aperitivo que demostró el potencial enorme de la red. El vídeo porno de Pamela Anderson y Tommy Lee fue filtrado y vendido a través de Internet, logrando que todos los medios hablaran de esta nueva vía de conexión. Fue el primero de muchos, e incluso la propia Anderson tuvo que soportar como pocos años después, la historia se repetía con el músico Kid Rock. Kim Kardashian, Paris Hilton, Montana Fishbourne… Son muchas las celebrities que han visto cómo sus imágenes más íntimas eran filtradas en la red, obviamente, sin su consentimiento. Algunas han sacado tajada posteriormente a esto, y han aprovechado al menos el escándalo para hacerse más reconocidas. Pero todas han señalado lo injusto y sexista que supone, todavía a día de hoy, exponer a una mujer ante el escarnio público de esa manera. Las leyes están luchando contra la propagación de este tipo de vídeos, pero todavía hoy, casi 30 años después, las celebrities siguen siendo el blanco de los hackers… o de sus propios ex novios, como pasó con Blac Chyna.